martes, 24 de mayo de 2011

Cría smartphone y te sacarán lo dedos.

¿No puedes dejar de mirarla cada cinco minutos?
 ¿La llevas a todas partes (reuniones, comidas, momentos de ocio) y además, la utilizas estés donde estés?
 ¿No la apagas ni para irte a dormir? 
¿La usas cuando estás con otras personas y contestas con monosílabos a lo que te preguntan mientras tecleas tu smartphone compulsivamente?
 Si has contestado positivamente a todas estas preguntas parece claro: tu teléfono inteligente te ha esclavizadoél es tu dueño y no al contrario. Si todavía no has llegado a este extremo pero tienes un smartphone (blackberry, i-phone o similar), no está de más que te leas las siguientes pautas que te pueden ayudar a evitar desarrollar esta adicción en el futuro. Aprovecha sus grandes ventajas (conexión a Internet, enviar y recibir correos, contactar con tu empresa y con tus clientes, relacionarte en las distintas redes sociales, posibilidad de realizar más tareas en menos tiempo) y no permitas que se conviertan en desventajas (estrés, incapacidad de desconectar en algún momento del día, deterioro en tus relaciones sociales cara a cara, invasión del trabajo en tu tiempo libre, pérdida de concentración y productividad).

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